Nos volvemos a juntar 30 años después en El Salvador:
15º Encuentro Feminista y del Caribe
Morena Herrera
Tres décadas después del VI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe ( realizado en San Bernardo, Argentina ) regresa este importante momento de los movimientos feministas a El Salvador.
Con la distancia de 30 años, las experiencias y las miradas son diferentes, pero también tienen elementos comunes. En aquel entonces, noviembre de 1993, estábamos saliendo de la guerra civil que por 12 años asoló a la sociedad salvadoreña, teníamos ilusiones y expectativas de que la transición hacia la democracia pusiera en lugares relevantes los derechos de las mujeres y los propósitos de igualdad en diferentes ámbitos. En la actualidad, El Salvador y toda la sub región de Centroamérica, está siendo convertida en un enclave de autoritarismos, ejercicios autocráticos y formas dictatoriales de gobernanza. Pero las feministas, que apostamos a la construcción de Estados que incluyeran a las mujeres como ciudadanas de primera categoría, hoy sabemos que la fuerza transformadora de realidades injustas, depende de nuestras capacidades de resistencia, de la construcción de alianzas y de poder ilusionarnos e ilusionar a otras, otros y otres, desde perspectivas de acumulación y de celebración de cambios y conquistas cotidianas que juntas y juntes vamos haciendo.
Así llegamos a este 15o Encuentro Feminista, con organizaciones y movimientos más amplios y diversos. Donde la pluralidad deja de ser discurso para convertirse en el sustento de la movilización de todos los días. Con una Comisión Organizadora integrada mayoritariamente por feministas jóvenes, muy comprometidas con el ideario feminista, que en consecuencia, tomamos el acuerdo inicial de trabajar y movilizarnos por un encuentro inclusivo.
Que el encuentro feminista de nuestra región se realice en El Salvador, como país centroamericano, es ante todo un desafío frente a los autoritarismos y los procesos des-democratizadores que ocurren en la cintura de nuestro continente.
No ha sido fácil preparar este 15o EFLAC, la fecha estaba marcada para noviembre del 2020, la pandemia por el COVID-19 nos obligó, tras consultas a feministas latinoamericanas, a posponerlo hasta que hubiera condiciones para realizarlo.
Para marzo del 2022 convocamos a un pre encuentro, y unas 80 feministas latinoamericanas llegamos a Suchitoto, donde el vaivén de los abanicos se mezclaron con los debates en torno a la pertinencia de realizar el 15o Encuentro, reflexionar y enriquecer los ejes de discusión que habíamos recibido del Encuentro de Uruguay en el 2017.
Nuevos dilemas se presentaron en esta ocasión, incluso la posibilidad de mantener la sede del EFLAC, ya que el mismo día que iniciamos el pre encuentro, también inició la aplicación de un régimen de excepción, como estrategia gubernamental para enfrentar la violencia de las pandillas, pero que hoy sabemos que también niega derechos constitucionales y garantías judiciales y ciudadanas.
Pese a todas estas dificultades, predominó la voluntad de realizar el encuentro, basada en la convicción de la necesidad de aportar a la construcción de las organizaciones y movimientos feministas de nuestra región.
El proceso de organización ha sido largo y en algún momento ha significado luchar contra los desánimos o simplemente contra la inercia de seguir haciendo las cosas como hasta entonces. Ha sido un proceso que ha descansado en tres espacios organizativos, la Comisión Organizadora o Comité Gestor como a algunas les gusta llamarle, una veintena de mujeres creativas, la mayoría jóvenes, agudas para hacer análisis de riesgos y superarlos en diferentes campos. La segunda instancia ha sido la Comisión Consultiva Regional, integrada por otras 20 feministas latinoamericanas que generosamente han aportado al análisis de diferentes problemas y a resolverlos, algunas dedicando tiempo a la generación de propuestas que motivaran los debates en los ejes del contenido del encuentro.
El tercer espacio es llamado "Todas rumbo al EFLAC" donde unas 45 feministas, salvadoreñas la mayoría, han integrado y dinamizado las diferentes comisiones de trabajo para preparar la realización del EFLAC.
En el camino, hemos debatido acerca de la trascendencia de los encuentros, de los hitos en la construcción de agendas feministas, en cómo desde aquí hemos influido en cambios y transformaciones sociales. En el hecho, por ejemplo, de que fue en el primer encuentro feminista latinoamericano y del Caribe en 1981, donde se acordó conmemorar el 25 de noviembre como día de activismo contra la violencia hacia las mujeres y hoy es mundialmente conocida como día por el derecho de las mujeres a vivir libres de violencias.
Con todo ello, hoy podemos decir que "estamos listas", muy ilusionadas y felices para recibir el 22 de noviembre a las feministas latinoamericanas y del Caribe, y decirles “aquí está el encuentro, es de todas, sus resultados y alcances están en las manos y cuerpos de todas, serán el resultado de la magia de juntarnos.”